domingo, 16 de diciembre de 2018

Restaurante El Clarete (Vitoria-Gasteiz)

¡¡¡Hola Zampones!!! Lo bueno de tener amigos dispersos por la geografía española es que siempre tienes una buena escusa para ir a comer por ahí. Mi amigo Manel (acompañante de inestimables batallas gastronómicas... alguna tan mítica como la del Recomiendo) me había recomendado El Clarete desde hacía tiempo y decidimos reservar con antelación en este curioso restaurante.

  • Restaurante: El Clarete
  • Localización: Calle Cercas Bajas, 18, Vitoria-Gasteiz
  • Horario: Lunes a Sábado de 13:30h a 15:30h. Jueves a Sábado de 21:00h a 23:00h.
  • Teléfono: 945263874

Entrada del restaurante El Clarete

El local es comandado por los hermanos Unai (cocina) y Patxi (sala y bodega) Fernández de Retana. Posee un par de comedores con escasa luminosidad en los que consiguen crear un ambiente íntimo ideal. Uno de ellos está en contacto con la preciosa bodega acristalada (por la que puedes darte un pequeño paseo), el otro con la cocina de Unai. 

Detalle del Comedor

La elección de platos es bastante sencilla pues trabajan concepto menú. El primero de ellos se trata de un menú de cuchara semanal que consta de dos entrantes, un plato de cuchara y un postre por un precio de 24,20€. El segundo, un menú más gastronómico ("degustación"), consta de cinco entrantes, un pescado, una carne y dos postres por 51,70€ incluyendo como bodega un vino 100% garnacha.

"Carta del Restaurante El Clarete"

Nosotros para la ocasión optamos por el menú más largo, ya que veníamos desde tan lejos lo mejor era probarlo todo. Éramos tres comensales.

Detalle de "Menú Degustación"

Cada mesa consta de un pequeño rompecabezas como decoración. No hay variedades de pan para poder elegir aunque el que ofrecen con el menú es de excelsa calidad. Como maridaje preguntamos a Patxi si podíamos jugar un poco con su bodega y variar el vino entre platos, no hubo ningún problema.

Rompecabezas

Como dije nos sorprendieron con el pan, una gran bolla perfectamente cortada y a centro de mesa.

El Pan

La fiesta la empezamos con POW, un garnacha blanca de la D.O. Campo de Borja, un vino joven con un respetable contenido alcohólico (como siempre no me extenderé en el tema de vinos, ahora se llevan mucho los adjetivos “fácil de beber”, “complejidad media”, “elegante sin estridencias”... podéis añadirle el que consideréis para sentiros más a gusto hasta satisfacer vuestro esnobismo).

POW, Garnacha Blanca

El primer entrante se basaba en Tomate, Anchoa y Ajo Texturizado.

Tomate, Anchoa y Ajo Texturizado

Se trata exactamente de lo que su nombre indica y es un buen bocado para comenzar un festín, el tomate se presenta cortado cual tartar.

Continuamos con Foie Casero, toques de Vino de Oporto y Quicos.

Foie Casero, toques de Vino de Oporto y Quicos

Foie Casero, toques de Vino de Oporto y Quicos (detalle)

Este se trata de un aperitivo divertido y agradable aunque la textura del foie se agradecería un poco más compacta (en este caso es bastante espumosa). El equilibrio de los tres ingredientes es óptimo.

En este momento Patxi decidió cambiar hacia un Agrícola de Cadalso, un garnacha de 2015 de la D.O. Vinos de Madrid. He de reconocer mi ignorancia en cuestión de Vinos de Madrid, se trata de un vino con un intenso granate (como podéis observar en la foto), bastante largo en boca, escasa astringencia y alguna nota cítrica.

Agrícola de Cadalso 2015

En este momento llegó la Cigala con Crema de Patata en Salsa Verde.

Cigala con Crema de Patata en Salsa Verde

Cigala con Crema de Patata en Salsa Verde (Detalle)

Y quieto aquí todo el mundo porque esto es otro rollo. Después de unos muy correctos pero tampoco emocionantes dos entrantes nos sorprenden con esto. Este plato es muy superior a los demás, esta mezcla de sabores es una delicia en boca que conjuga buen gusto y textura óptima.

Seguimos con Chipirones en su Tinta con Crema de Patata Trufada.

Chipirones en su Tinta con Crema de Patata Trufada

Chipirones en su Tinta con Crema de Patata Trufada (Detalle)

Se trata de un plato visualmente en principio muy sencillo pues la sorpresa se esconde tras la primera cucharada (sí, se come a cucharadas señores). Los chipirones en su tinta vienen troceados en porciones muy pequeñas y la crema de patata, al contrario de lo esperable, viene en la parte visible del plato, es remarcable sin llegar al nivel del anterior (listón muy alto).

Nos tocaba, por desgracia, finalizar los entrantes. El último era Yema de Huevo a Baja Temperatura y Hummus.

Yema de Huevo a Baja Temperatura y Hummus

Un plato con poco riesgo, si juntas un buen huevo, unas láminas de pan tostado, hummus y algunos hongos nada debería salir mal.

En este momento sucedió otro cambio de vino. Volatil 2009, una mezcla de Godello, Albariño y Treixadura sin D.O. realizado en Bibei y capaz de llamar la atención a comensales gallegos como nosotros.

Volatil 2009, sin D.O.

 Y bien, aun nos faltaba por probar el pescado, la carne y los postres.

Como pescado nos ofrecieron una elaboración a base de Merluza y Calabaza.

Merluza y Calabaza

Merluza y Calabaza (Detalle)

Lo importante es un plato de merluza son dos cosas. La primera e indispensable es un punto más que correcto. La segundo es que si usas ingredientes estos deben engrandecer al pescado y nunca "comérselo". Son dos reglas sencillas pero que muchas veces no se cumplen. No fue así en este caso, tras un punto muy bien conseguido te encuentras con un acompañamiento delicado y muy acorde a la fineza de este pescado.

Curiosamente para el plato principal del menú Patxi nos recomendó un maridaje algo atípico... un Palo Cortado Juan Piñeiro, un generoso de la D.O. Jeréz/Sherry/Manzanilla. Es curioso que un vino tan fresco pegue tan bien con el siguiente plato.

Palo Cortado Juan Piñeiro

Acabamos la parte salada con la carne. Cochinillo y Berza

Cochinillo y Berza

Cochinillo y Berza (Detalle)

Otro plato de bajo riesgo (no es una crítica, mucha gente lo agradecerá) y por lo tanto fácil de contentar a una inmensa mayoría de comensales, como fue nuestro caso. Una textura óptima del cochinillo con su zona crujiente superpuesta y un acompañamiento delicado hacen de este plato lo que solemos llamar un "plato redondo".

Como primer postre nos ofrecieron una Bomba de Maracuyá y Mango

Bomba de Maracuyá y Mango

El sabor del interior me recordó mucho al tremendo postre que realiza Diego López (La Molinera) a base de maracuyá. Sencillez en este caso no era sinónimo de insatisfacción, más bien de lo contrario.

El segundo postre se trataba de Chocolate Blanco y Bizcocho.

Chocolate Blanco y Bizcocho

Este postre sí que se nos hizo demasiado simple, y más como término de un menú cuyo nivel está bastante por encima del final (que al fin y al cabo es el sabor de boca con el que te quedas, ojo).

Finalizamos en este caso con un plus, un par de vinos dulces (aparte de los cafés). Uno de ellos era un Moscatel de Cosecha Propia y el otro un Oporto Rubí de 4 años. Se acompañaron de un pequeño dulce a base de tiramisú y unas trufas, ambos a modo de petit fours.

Moscatel y Oporto Rubí

Tiramisú y Trufas

Y como siempre no me olvido de dejaros la cuenta desglosada para tres comensales ya que aunque no resulta muy estético creo que la información que aporta en necesaria para el posible futuro cliente.

Cuenta Desglosada (3 Personas)

El total de 166,10€ hace un precio aproximado de 55€ por comensal, una muy buena relación calidad-precio sobre todo tratándose del País Vasco, donde en comparación con Galicia esperábamos un incremento porcentual en casi todos nuestros gastos.

Antes de finalizar quisiera remarcar varias cosas. La primera es hablar del trato de sala. Patxi estuvo muy atento en todo momento, no tuvo problema alguno con realizarnos un maridaje improvisado (sin sobreprecio) y se mostró como una persona conocedora del producto, atenta y cercana. La segunda es una crítica constructiva, por lecturas previas en diferentes medios de comunicación y por comentarios de algún compañero que ha acudido en otras ocasiones al local parece que la rotación del menú es escasa. No sé a ciencia cierta cada cuanto cambian el menú pero sí os puedo decir que nuestro compañero Manel repitió el mismo que ya había tomado en su anterior visita (pasando varios meses entre una y otra) y esto creo que es el punto más importante a mejorar ya que se trata de un restaurante que exclusivamente trabaja menú.

Este restaurante se encuentra recomendado por la Guía Michelín y consta de un sol Repsol. Bajo mi humilde criterio podría ser un gran candidato a un reconocimiento Bib Gourmand. Volvería.

¿Y tú? ¿Has estado? ¿Quieres dejar tu opinión aquí plasmada? Para eso tengo la opción aquí debajo de dejar un comentario, estés a favor de mi criterio o sumamente en contra todas las aportaciones de los lectores son bienvenidas.

¡¡Hasta la próxima zampones!!

1 comentario:

  1. Comulgo contigo! A pesar de ser el mismo menú que tomé en otra ocasión, me encantó y me alegré de volver a soborear alguno de sus platos en concreto.

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