Hotel-Restaurante O Pozo (A Cañiza)

¡¡¡Hola zampones!!! Hoy os traemos una recomendación de esas que publicamos cuando nos ponemos un poco esquisitos... :).

El sitio se llama hotel "O Pozo" y se encuentra en A Cañiza, específicamente en la carretera N-120 en el enlace con la A-52, a "grosso modo" a medio camino de Orense a Vigo por la nacional.


Consta de aparcamiento amplio en la entrada y comedor espacioso dividido en varias estancias y de ambiente acogedor... pero como nosotros no somos ni arquitectos ni interioristas nos centraremos en lo que sabemos, describiros nuestras experiencia gastronómica en este local.

Llegamos al Hotel "O Pozo" de casualidad el domingo pasado tres zampones. Mientras debatiamos si comer allí o no pararon un par de coches con gente "mayor" que tenía acento del lugar... y eso fué lo que nos llevó a entrar.

Al abrir la carta un pequeño susto recorrió nuestras caras... pues este restaurante no está pensando para comer de manera muy económica (ese día teniamos pensado gastar 10€ por cabeza o menos...). Sin embargo la diversidad de la carta nos convenció, una página entera de sugerencias y menús consistentes nos entraron por los ojos (había desde menú de cocido por 17€ hasta parrilladas de carne de buey para dos por unos 40€).

Pedimos para beber dos copas de vino tinto y dos botellas de agua mientras pensabamos en que podriamos degustar en el local. Mientras veiamos la carta junto con el pan nos trajeron una tapita decorada de manera muy original. Se trataba de una bolita de ensaladilla en concha de zamburiña y un trozo de melón con jamón (pues este local también es jamonería) por persona, todo ello sobre una losa de pizarra negra.

Después de un debate entre los comensales digno de cualquier programa basura de televisión llegamos al acuerdo de pedir en primera instancia choquitos a la parrilla con ali-oli de pimientos de piquillo y zamburiñas a la plancha (los nombres de estos platos en la carta ocupaban sendas lineas... pero preferimos redactarlo a nuestra manera).

Los choquitos estaban muy sabrosos, destacando en este caso más su propio sabor que el ali-oli de piquillo, el cual quizá era un poco flojo en intensidad.
Las zamburiñas, en número de ocho, fué lo más simple que probaríamos en este local, un sabor simplemente correcto asociado a una textura demasiado blanda (si quereis probar unas zamburiñas de escándalo id al restaurante Casa Manolo de Carnota).

El plato principal fué más fácil de elegir, cada uno pidió el que más le apetecía (y luego probariamos todos de todo, como siempre nos gusta hacer). Pedimos picaña de buey en su punto, croca de buey poco hecha y carrilleras con setas y castañas.

Si no fuera por el craso error que tuvieron en el punto de las carnes... todo hubiera estado "chapeau". La croca la trajeron muy hecha y la picaña poco hecha... en fin... 

La croca era un buen trozo acompañado con patatas, pimiento y triguero, demasiado fina, y muy pasada (quizá porque era extremadamente fina), una pena porque tenía un gran sabor.

El problema de la picaña lo solventamos mejor ya que al ser varios cada uno tenía su gusto en el punto de las carnes y venían dos porciones, una al punto y otra poco hecha. Gran sabor y buenos pedazos de picaña.

La carrilera espectacular, tres buenas porciones parcialmente embebidas en una salsa tremendamente sabrosa. En el mismo plato venía un acompañamiento de setas y un buen número de castañas demasiado duras pero con buen sabor. En un recipiente aparte venían también las patatas. Disculpas de antemano por la calidad de la foto, la sensación de que se enfriaría esa maravilla pudo contra el tiempo necesario para un buen enfoque.

Finalmente llegó el momento de los postres. Un flan para compartir entre los otros dos comensales y una leche frita para el que escribe estas lineas. El flan pasó sin pena ni gloria (de ahí que no haya ni foto), la leche frita haría las delicias de cualquier groumet. Esta última venía acompañada de una bola de helado de mandarina, canela y moras (además de un sirope de fresa que como bien comentaba uno de nosotros no pintaba nada ahí) y estaba tremenda.

Finalmente tomamos dos cafés y pagamos. El precio de esta gran comilona fué de 75€, exactamente 25€ por barba. Como es habitual os dejamos el desglose de la cuenta con la crítica final.

Tenemos que reconocerlo, para la comida que hemos tomado el sitio no ha sido caro en absoluto pero deberiamos criticar dos cosas:
1.) 3.30€ por una cestita de pan nos parece un feo detalle...
2.) ¿Donde ha quedado la sana costumbre de "a los cafés invita la casa" después de una copiosa comida? Para nosotros eso es y será siempre un detalle que marca diferencias.

Conclusión: en el Hotel-Restaurante O Pozo se puede comer bien y variado a unos precios relativamente ajustados pero consideramos que cuando una comida asciende al precio que hemos pagado debería de caracer de la mayoría de las críticas que hemos hecho a lo largo de este post. Aún así la experiencia ha sido satisfactoria y por eso la publicamos (nuestra política consiste en que si un sitio no nos gusta preferimos no subirlo al blog en vez de subirlo y criticarlo ya que "no hay mayor desprecio que no hacer aprecio").

Como siempre esperemos que os guste esta sugerencia zampones. ¿Que nos deparará la siguiente? Pronto lo sabremos... :). ¡¡¡Hasta la próxima!!!