San Carrodio

¡¡¡Hola zampones!!!

Que gusto da ir a conocer un sitio y que salga tan bien la cosa como nos pasó este martes.. variedad, calidad, cantidad y precio todo en uno :).

Pues sí, hoy os vamos a hablar del San Carrodio (Cruceiro da Coruña ,16, Santiago de Compostela), un local de comidas de los de toda la vida. No vayais
buscando un trato excelente pues es el típico local de batalla bastante ruidoso y con la decoración justa (aquí se paga por comer bien, no por florituras). Con esto no queremos decir que el trato sea malo ni mucho menos, simplemente que prima la calidad del producto y la rapidez del servicio..

Bueno... pues os contamos nuestra experiencia en el San Carroido (que estamos seguros que no será la única). Después de recibir un par de recomendaciones de este local nos acercamos el martes tres comensales a una hora no muy prudencial... eran las 15:15. Tuvimos que esperar unos 10 minutos en la barra antes de poder entrar pues estaba de bote en bote.

Nada más sentarnos en la mesa nos pusieron una botella de agua de esas de cristal, una buena cesta de pan y nos tomaron nota de las bebidas principales. Generosamente pidiendo una caña te traen un vaso bien grande o "bock" para que no pases sed y te vayas dando cuenta lo abundantes que son.

Inmediatamente cae en nuestras manos la carta del menú, un folio impreso con la fecha del día, unos cuantos lamparones (es lógico, no van a imprimir una para cada comensal y era tarde) y mucha, mucha variedad. De primero 27... si ¡VEINTISIETE platos a elegir! de los cuales varios de los más apetecibles aparecían ya tachados :(, ¡El próximo día vamos más temprano!

Os transcribimos los primeros (y los traducimos al castellano para los que no lo entendais): crema de verduras, potaje de garbanzos y bacalao, arroz cinco delicias con tortilla y gambas, fideos con almejas, setas al ajillo con gambas, raxo picado con patatas, macarrones a la boloñesa, jurelitos y sardinitas, truchas con cachelos (patata cocida), bacalaos frescos rebozados con ensalada y patatas, chocos encebollados con cachelos, judías a la gallega (en gallego judías solo son las verdes, las blancas aquí se llaman habas), menestra de verduras, mejillones en vinagreta, ensalada mixta, melón con jamón, esparragos con jamón, lacón "a feira" (con pimentos y cachelos), berberechos al vapor, huevos a la cazuela con chorizo, ensalada de pasta, ensaladilla rusa, entremeses, nuggets de pollo con patatas, palitos de merluza con ensalada y patatas, flamenquines con patatas y delicias de jamon y queso. Bufff... que barbaridad, desde platos con mínima elaboración hasta platos muy elaborados, pucheros, pescados, carnes... impresiona para ser un menú.

El que suscribe estas lineas pidió potaje de garbanzos y bacalao y como era de esperar... llegó una olla entera a la mesa para que nos sirvieramos hasta que quisieramos. La verdad es que estaba muy bueno y con bastante más bacalao del que nos imaginabamos que traería (la foto es del plato, no de la olla).

Los otros dos comensales se decantaron por ensaladilla... y esa cantidad de ensaladilla no me la como ni yo... estaba muy sabrosa (quizá un pelín salada de más)  pero era una barbaridad (la foto es de una ración, el otro comensal tenía otra bandeja igual).

Luego tuvimos que elegir los segundos, ¡que menos mal que eran menos!, nada más y nada menos que siete. En cuestión de carnes había chuleta de cerdo, filete de raxo fresco adobado, filete ruso, filete de ternera a la plancha y milanesa de pollo todas ellas con patatas fritas de acompañamiento. Con respeto a los pescados, (curiosamente ponía en la carta la palabra fresco antes de citar los pescados) había filete de pez espada a la plancha o rapantes frescos fritos ambos acompañados de ensalada y patatas. Nosotros pedimos los tres el raxo adobado.

Estaba realmente jugoso y tenía un sabor muy intenso, se nota que a esta cocina le gusta la comida muy sabrosa. A cada uno nos tocó una bandeja con patatas y 5 filetitos por persona. Mientras comíamos no pudimos dejar de observar como salian platos de tamaño increible, las milanesas ocupaban toda la bandeja, los filetes rusos eran grandes y servían dos por cabeza... vamos, tremendo lo de este sitio.

Al llegar a los postres volvimos a sufrir por haber llegado tan tarde... de los 19 postres que había para elegir tres de ellos eran caseros... ¡pero ya se habían agotado! Eran tarta de piña y flanes de café y queso... ¡¡Dios que rabia!! Nos tuvimos que conformar con dos trozitos de tarta de queso y uno de tarta de licor café.

Las tartas no estaban mal (quizá de tamaño pequeño para lo que fué la comida) pero seguro que los caseros estaban mucho mejor :).

Posteriormente vinieron los 3 cafés... y había "de pota", con lo cual tocó echarle unas gotiñas de aguardiente para acabar el festín...

Finalmente pagamos... no teníamos ni idea de cuanto costaban allí estos manjares. Pues bien, 10€ por menú, total 30€, ¿genial no? ^_^.

Nuestra experiencia "a la carta" en una noche de fin de semana pinchando aquí

¿Qué pasa zampones?, ¿No teneis ganas de probarlo ya? :).

Tan pronto lo probeis queremos que nos dejeis vuestros comentarios aquí abajo :), ¡¡Hasta la próxima!!