A Casa Da Viña (San Lázaro)

¡¡Hola Zampones!! Hoy toca hablar de un local de la periferia de Santiago, se trata de A Casa Da Viña. Un establecimiento curioso pues su oferta entremezcla la cocina tradicional y la asiática.

• Local: A Casa da Viña

• Localización: San Lázaro, 54.

• Horario: 
• Horario de mañana: De 09:00 a 18:00 por la semana, Sábado y Domingo de 12:00 a 18:00. 
• Horario de noche de 20:00 a 01:00.
• Cierre: Tardes de domingo a martes.

• Teléfono: 981586459

A Casa Da Viña

Como os iba diciendo A Casa da Viña conjuga cocina asiática con cocina local pero yo me ceñiré en las próximas líneas al ámbito non-asiático. Para escribir este texto me adentré en dos ocasiones en esta casa de comidas para poder disfrutar de su carta más extensamente de lo que una sola visita me permitía.

Aunque la entrada presagia un restaurante de reducidas dimensiones engaña bastante. Es amplio, con terraza interior muy acogedora, un comerdor abierto y uno o varios comedores accesorios más íntimos.

El trato es muy correcto, todo es staff va vestido de negro y, por lo menos los que me tocaron a mí saben aconsejar. Una pequeña queja es que desde el comedor abierto la primera vez que fuimos se oía demasiado el jaleo del servicio (realmente estábamos muy pocas mesas esa noche, lo que favorecía este hecho).

Antes de nada os dejo la carta para que veáis la oferta (y los precios) de primera mano.

Ensaladas, Entrantes y "De Huevo"

Arroces, Pescados (carta), Carnes y Pescados del Día

Sección de Cocina Asiática

Postres, Vinos Dulces y Gin-Tonic

En la primera ocasión decidimos probar el tataki de atún rojo como entrante (aunque en la carta actual aparezca con salsa de queso yo no recuerdo este hecho, juraría que venía con vinagreta de naranja en el momento que lo pedimos).

Tataki de Atún Rojo

Nos sorprendió el tamaño de la ración y fué un plato que nos gustó mucho, el punto de pescado estaba muy conseguido (bien sellado).

De principales decidimos catar los canelones de uñas de San Lázaro, crema de setas y bechamel.

Canelones de Uñas de San Lázaro, Crema de Setas y Bechamel.

De esta primera incursión hablo un poco de memoria (pues ya han debido pasar unos dos meses) así que no podré ahondar mucho en las sensaciones. De este plato recuerdo su cremosidad, un conjunto que con las setas era muy agradable para el paladar, como nota negativa quedaba un poco manchado por la dureza de la base de la pasta (que no del resto de la cobertura). Es un plato que repetiría.

Como siguiente principal nos dejamos llevar por un secreto ibérico a la parrilla con manzana agridulce.

Secreto Ibérico a Grella con Manzana Agridulce

Menos mal que esta ración era más pequeña que la de la ensalada, sino no hubiéramos podido con ella. Recuerdo que la carne me agradó por su intenso sabor ibérico y, aunque la manzana estaba buena me hubiera gustado más agria (los que me seguís sabéis que me pirran los contrastes intensos de sabores).

De postre pedimos un cinco texturas Barry (trufa negra, sopa de chocolate, helado de chocolate, cookies y crunch de naranja) para compartir.

Cinco Texturas Barry (sin abrir)

Cinco Texturas Barry (interior)

Uno de los postres más originales que he probado en Santiago. Es un postre que ya te llena directamente por la vista. Soy de los que opina que si pagas 5€ por un postre este ha de decirte algo y sorprenderte, así fue. Un postre muy redondo (y no me refiero a la forma...).

En la segunda incursión nos tocó en un pequeño comedor que constaba de cinco mesitas para dos comensales.

Mesa del Comedor Anexo

Aunque hubiera repetido algún plato previo..."el trabajo es el trabajo" y tocó catar cosas diferentes. A destacar que tenían lubina y coruxo fuera de carta, así como solomillo de ciervo. Según tengo entendido los pescados de fuera de carta tienen muy buena calidad (aunque te harán subir la cuenta, como es lógico).

Con el pan son generosos, te lo reponen si se acaba sin tener que pedirlo y son pedazos de buen tamaño. Además es un pan gallego de calidad.

Pan para una Persona

De entrante decidimos empezar suavecitos y tomar una ensalada templada de pescados y mariscos con vinagreta de naranja. En un primer momento quisimos probar makis variados pero las raciones no se pueden mezclar (y seis makis iguales no nos apetecía en ese momento).

Ensalada Templada de Pescados y Mariscos

Otra vez sorprendieron con la cantidad del entrante. Una ensalada rodeada de zamburiñas (pequeñas pero de excelente sabor), almejas (de muy buen tamaño por cierto), langostinos (muy sabrosos, más de lo esperado) y varios tipos de pescado muy bien cocinados. Fue claramente un acierto de entrante. Me hubiera gustado que la vinagreta de naranja embebiera más la parte vegetal (estaba en el fondo del plato).

De principal decidimos comenzar con un pescado, bacalao con jamón, alubias, ciruelas y ajada.

Bacalao con Jamón, Alubias, Ciruelas y Ajada.

Un pescado para aplaudir al cocinero. No estaba bien salado como a mí me gusta el bacalao pero me dio exactamente igual ya que la combinación de texturas y sabores es óptima. He de reconocer que nunca había tomado pescado (sí pulpo) con alubias... y después de esta experiencia no entiendo por qué no se hace más a menudo. Además el dulzor de las ciruelas le daba un toque fantástico. Muchas (¡pero muchas!) felicitaciones.

De carne nos llamó mucho la atención el solomillo de ciervo con setas, el punto que pedimos al ser caza fue intermedio (ya sabéis que me gustan las carnes muy poco hechas en principio).

Solomillo de Ciervo con Setas

Este plato (quizá entre otras cosas por venir de uno espectacular) nos dejó un poco indiferentes. Bien es cierto que la textura era buenísima (el cuchillo casi sobraba) pero el sabor de la carne estaba bastante ausente. Y estaba ausente tanto porque les quedó un poco soso (bajo nuestro criterio) y tuvimos que pedir sal a mayores como porque el ciervo carecía de esa intensidad que identifica a la caza. Además el punto de la carne era bastante irregular, con un trozo poco hecho y otros dos al punto (a destacar que este día el establecimiento estaba al 100% de su capacidad). La base de setas era correcta pero tampoco llegaba a entusiasmar. Destacar que entre el pescado y la carne el tempo se alargó un poco de más, así como entre este plato y el postre.

De postre no dejamos llevar por la "Tarta de la Abuela".

"Tarta" de la Abuela

Una deconstrucción con carácter pues tiene todos los sabores que pertenecen a la receta original. Echamos de menos más lenguas de gato, sinceramente me lo hubiera comido sin cuchara y usando las susodichas lenguas como tal por cuestiones de texturas (escaseaba la parte crujiente para el tamaño del postre).

Finalizamos la comida con sendos cafés, los cuales acompañaron de unos divertidos crunch de toffee con avellana y chocolate con leche de Wherter´s Original.

Cortado Doble

Al pedir la cuenta amablemente se nos invitó a unos chupitos como mandan los cánones en una buena casa de comidas gallega. Los tomamos de licor de hierbas.

Licor de Hierbas (cortesía)

Cuenta Desglosada (Segunda Visita)

Un total de 58,40€ por una agradable comida, precio que me parece coherente para la comido (el precio de la primera experiencia fue de unos 45€ aproximadamente).

Me gusta este sitio, se está a gusto y son originales. Además aparcar en los aledaños no resulta muy complicado, al menos en fin de semana (sino siempre podéis probar cerca del Palacio de Congresos o en los aledaños del estadio de futbol).

A Casa Da Viña es

una interesante opción

para salir de la rutina santiaguesa.

Déjate aconsejar y disfruta.